La alfombra del abrazo. Un juego para trabajar la resolución de conflictos

La alfombra del abrazo es una actividad ideal para trabajar con los peques la resolución de conflictos. Es una de las “actividades comodín” que podremos usar para trabajar la educación emocional, más concretamente, el conocimiento y el autocontrol de las emociones que los peques deben ir adquiriendo poco a poco.

El espacio idóneo para llevar a cabo este juego es el rincón de la asamblea (en el aula) o en un rincón de la habitación del peque o del salón de casa (es positivo que se ponga en un espacio donde los peques suelan pasar rato), en el que pondremos una pequeña alfombra o cojín con algún elemento decorativo que lo identifique, como por ejemplo, algunos corazones de papel enganchados en la pared.  Aconsejamos acudir a La alfombra del abrazo cuando surge un “conflicto” con los peques y queremos hacer que se calmen y recapaciten.  Es ideal, por lo tanto, para llevar a cabo durante la famosa época de las rabietas.

Qué necesitamos para preparar La alfombra del Abrazo

• Una alfombra (no muy grande) o un cojín de suelo amplio.
• Elementos decorativos que hagan referencia a la amistad, al amor, a la paz, como por ejemplo, corazones.
• Una pequeña sillita  (opcional)
• Varios peluches y/o muñecos

Cómo jugar en “La alfombra del Abrazo”

Cuando ha surgido el problema y los peques están enfadados, les invitamos a acudir a “la alfombra del abrazo” para buscar una solución juntos. Entonces, nos sentamos, y abrimos los brazos para abrazar a los peques, invitándolos a que se unan al abrazo. De esta manera, les queda claro, que lo que estamos rechazando es su conducta (la rabieta), pero no a ellos.  Sin dejar de abrazarlos y con voz tranquila, les hablamos del conflicto de lo que ha pasado y les damos varias opciones para resolverlo. Ellos pueden elegir la solución que les parezca más adecuada de las ofrecidas, de manera que el conflicto se acaba, al elegir una solución con la que también están de acuerdo.

Les ponemos un ejemplo. Carlos está jugando con sus coches y su papá lo llama para cenar. Quiere jugar más, pero la cena se enfría, así que debe dejar de jugar y acudir a la mesa. Enfadado tira los juguetes por la habitación. El papá con calma lo coge de la mano, Carlos llora, pero aún así, va a la alfombra del abrazo para solucionar el problema.  Abrazados, el papá le dice suavemente: “Sé que te gusta jugar con tus coches, pero es la hora de cenar. ¿Prefieres tomar la sopa caliente o fría?. Carlos contesta, aún entre sollozos, que le gusta caliente. Entonces el papá le responde: “Estupendo, pues no nos entretengamos mucho para que no se enfríe. Y, ¿cuándo recoges los cochecitos, antes de ir a cenar o cuando hayas acabado?

Cuándo jugar en “La alfombra del Abrazo”

Esta actividad debe utilizarse cuando surge un conflicto en casa o en el aula con los peques. Su objetivo principal es la resolución de conflictos y el desarrollo emocional de los peques, que deben ir adquiriendo autocontrol de sus emociones progresivamente. Por lo tanto, debemos usarla en esas circunstancias, no en otras. Es de corta duración y el adulto siempre debe mostrar mucha tranquilidad. Esto es muy importante, ya que lo que intentamos es evitar son esos estallidos de rabia, por parte de los peques, y que aprendan a solucionar esos “pequeños” problemas desde un punto de vista positivo.